Nuestra Fundadora

2-photos_our-foundressAl izquierdo, una pintura de Maria Anna Brunner; a la derecha, la tumba de Madre Maria Anna Brunner en el cementerio de Salem Heights, Dayton, Ohio. Foto Michelle Bodine.

Maria Anna Brunner – Una Herencia de Fe

En solo dos años Maria Anna Brunner giró su llamado especial de Dios a una congregación única de mujeres religiosas, que pasó de Suiza a los Estados Unidos y a América Latina. Su fe era fuerte y su inspiración profunda para otras. Hoy llevamos su devoción de la espiritualidad de la Preciosa Sangre y su dedicación con nosotros, satisfaciendo los necesidades como testigos fieles al amor de Dios en el mundo.

Madre Maria Anna Brunner puede ser inspiración a todo el mundo porque ella era:

  • Una soltera (ella no se casó hasta tenía 29 años)
  • Una empleada en la casa de sus suegros futuros
  • Una esposa y madre (se casó con John Baptist Brunner y tenía seis hijos)
  • Una viuda y madre soltera (su esposo murió después de solamente 20 años de matrimonio cuando su hija menor tenía cuatro años)
  • Una “casa sin hijos” (quien tenía que decidir que va hacer después que los hijos se dejaron la casa)
  • Una fundadora (quien se reunieron una comunidad de mujeres devotas a la Preciosa Sangre de Jesús después de buscar la voluntad de Dios durante un peregrinaje a Roma)

Madre Brunner murió en 1836 pero sus ideales perseveraron en las Hermanas de la Preciosa Sangre, continuando sus ministerios y las oraciones devotas Eucarísticas – viviendo sencillas y alcanzando los desafortunados, ofreciendo reconciliación al mundo en honor del sacrificio total de Jesús.

Las primeras Hermanas llegaron a los Estados Unidos en 1844 respondiendo a la invitación del Obispo John Baptist Purcell de Cincinnati, Ohio para el ministerio con los inmigrantes Alemanes. El ejemplo de Madre Brunner en oración frente del Santísima y el servicio a los necesitados continúen ser nuestra inspiración.

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