Lo que significa CPPS para mi

OLYMPUS DIGITAL CAMERAPor Hermana Ceil Taphorn

Yo pienso que mi vocación religiosa empezó en el sexto grado. Asistí a la escuela La Natividad del Señor en Cincinnati a donde las Hermanas de Misericordia enseñaba. Hermana Incarnata fue mi maestra en la escuela y también la del piano. Ella era muy feliz y bondadosa y me dejo una impresión enorme.

Después de graduar del octavo grado, fui a escuela secundaria, Regina High School, donde las Hermanas de la Preciosa Sangre enseñaron y vivieron en el convento junto con la escuela. Tenía muchas Hermanas buenísimas para mis clases pero mi maestra de administración tuvo una influencia mayor para mí. Ella, también, estaba muy feliz, bondadosa y tenía una manera especial en reconocerme. Ella hizo todo que pudo para hablar conmigo y muestro un interés en mi vida social. Como puedo recordar ella nunca me hablaba sobre la idea de ser una religiosa.

Era una adolescente típica. Estaba muy activa en los deportes, fui a las fiestas, y me divirtió mucho. Sin embargo, diferente que muchos de los adolescentes, yo fui a Misa cada día durante la Cuaresma y a las otras devociones en la Iglesia. Como una familia rezamos el rosario cada noche. Sentía que talvez que yo tenía una vocación religiosa pero no quería entrar al convento.

Mi madre me enseño por su ejemplo que una persona no va estar feliz si no siga lo que quiere Dios. Por supuesto yo deseaba ser feliz y por eso cada noche durante mi último año de la escuela secundaria, yo rezaba, “Señor, ayúdame querer lo que Tu quieras de e mí.” No creo que he dicho a nadie sobre rezando así cada noche. Si, Dios me escuchó mi oración.

En Abril de mi último año del secundario, después de ir con varias muchachas y unas Hermanas a Dayton para ver la Casa Madre de las Hermanas de la Preciosa Sangre, yo sabía que yo quería ser una Hermana. Para ver las Hermanas como humanas y verdaderamente feliz era lo más importante para mí. Estas calidades me aseguraron que no voy a perder mi individualidad ni mi gozo y amor por la vida.

Entré la comunidad el Agosto siguiente, 1959. En todos los ministerios educacionales y pastorales traté de compartir el amor de Dios a todos en una manera personal, con bondad, siendo una presencia vivificante. Estoy muy agradecida a Dios para haberme llamado servir la Iglesia como una Hermana de la Preciosa Sangre. Los años han sido no solo muy feliz pero con mucha satisfacción … y Si, todavía estoy divirtiéndome!

Sister Ceil’s Vocation Story published on the Archdiocese of Cincinnati Vocations webpage

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