Hermanas Reflexionen sobre la Espiritualidad de la Preciosa Sangre

sr-charmaine-grilliotPor Hermana Charmaine Grilliot
Como miembros de una congregación devotas a la Preciosa Sangre de Jesús, nosotros, las Hermanas de la Preciosa Sangre, vivimos esta espiritualidad como núcleo y fundamental de quienes somos. Sin embargo los comentarios en este artículo están personal como cada una de nosotros viva la espiritualidad en su propia manera. Al concluir pondré unas aplicaciones universales sobre la naturaleza de la espiritualidad de la Preciosa Sangre.

Cuando estaba en el tercer grado básica yo sabía que quería ser una Hermana de la Preciosa Sangre y quería ser una maestra. En aquel tiempo estaba en la escuela St. Marys en Dayton, Ohio, y las Hermanas de la Preciosa Sangre me enseñaron. Sus vidas de la oración y servicio me inspiraron y me motivaron.

Como estudiantes, participamos en la Misa diaria con la recepción de la Santa Comunión lo quel anotado en el boletín en la sala de clase.

Esta orientación Eucarística me influyo para caminar una milla a la Iglesia los días Sábados para asistir a la Misa y recibir la Santa Comunión.

Mis padres reforzaron mis prácticas de fe hasta a veces mi papa manejaba a la Iglesia el día sábado para que podemos asistir a la Misa juntos. Después de la Misa fue una aventaje más porque pasamos a la panadería para comprar pan dulce para desayuno. Mis padres ambos fueron bien fieles a la práctica de su religión Catolica. Estaban muy activas en la vida parroquial. En particular yo recuerdo su devoción a la Eucaristía, especialmente el Jueves Santo, yendo a la Iglesia para la adoración nocturna, negándose dormir y al mismo tiempo siguiendo sus compromisos con familia y del trabajo.

Después de terminar el octavo grado básico fue a la Escuela Precious Blood High School que dirigieron Las Hermanas de la Preciosa Sangre. Luego de terminar la escuela secundario, entré con las Hermanas como postulante, y seguí con el Noviciado y la profesión de votos. Durante este tiempo hubo una rutina de oraciones, devociones y ejercicios espirituales que me llenaba con un entendimiento sobre la Sangre de Cristo. Hubo los Siete Ofrecimientos de la Preciosa Sangre, Chaplet de la Preciosa Sangre y Los Via Crucis, el rosario, horas de adoración frente de la Santísima, y varios otros rezos. Además participamos en la Santa Misa y la recepción de la Santa Comunión cada día.

A veces a mí me aparecía un poco opresiva, pero hoy día yo sé que estas experiencias han puesto una fundación para mi entendimiento de Jesús y el sacrificio último que me hizo para derramar su Preciosa Sangre. Yo desarrollé una relación personal con Jesús.

La reflexión en unas citas bíblicas me aumento el entendimiento del amor incondicional de Jesús para mí. Dos de estos textos quedan como una parte vital de mi vida hasta hoy día.

“Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de la Resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos, haciéndome semejante a él en su muerte.” (Filipenses 3,10)

“Porque por medio de la ley yo he muerte a la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí. Y la vida que vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó a la muerte para mí.” (Gálatas 2, 19-20)

Toda esta formación no me dejó encerrado dentro las paredes santas del convento. Más bien me empujó a una vida de servicio para las demás. Para más que 60 años estaba en ministerio de la educación, administración, y más recientemente en la dirección espiritual, formación de adultos, y el ministerio de Retiros. Este servicio es en imitación de Jesús quien, mientras estaba en oración en la montaña y en el desierto, nunca cesó estar entre la gente – alimentando, sanando, enseñando, perdonando, y reconciliando a todos quienes se presentaron. La espiritualidad de la Preciosa Sangre nos exige esta combinación única de ser contemplativa en oración y un buen mayordomo de los dones de la mente, del cuerpo y del espíritu que Dios ha dotado a cada uno de nosotros.

En resumen déjame repetir lo que yo creo lo que han sido y continúan ser los elementos de la espiritualidad de la Preciosa Sangre en mi vida.

Formación de la fe: Toma tiempo para conocer a Jesús y ser formados en su imagen. Esta formación puede ser desarrollada por medio de nuestra vida familiar, la educación, en ambiento, los amigos, los mentores espirituales. La base tiene que ser puesto y esto toma tiempo. Nunca es tarde de empezar y nunca termina.

Compromiso personal a Jesús, especialmente bajo el aspecto de la Preciosa Sangre: Esto es un labor de toda la vida y es personal. Nadie te puede hacerlo para nosotros. Tenemos que apartar un tiempo cada día para conocer a Jesús y como nos mostró su amor derramando su Preciosa Sangre para nosotros. El deseo para conocer y amar a Jesús está en la profundidad de nuestro ser. Solamente tenemos que dar expresión al deseo y fomentarlo, permitiendo a Dios crecerlo en nosotros.

Servicio compasivo a otros. En la imitación de Jesús necesitamos dejar el lugar de oración y soledad para estar con las demás. Como Jesús era generoso en compartir su amor con nosotros, nos ponemos a la disponibilidad de los necesitados, hambrientos, los anhelando para Dios, para que las riquezas de la espiritualidad de la Preciosa Sangre se hace parte de todas las vidas con quien encontramos.

¡Gloria a la Sangre de Jesús!

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